España vivió el 28 de abril de 2025 el apagón eléctrico más grave de su historia.
Una caída de 15 gigavatios dejó sin luz a gran parte del país y mostró la fragilidad de su sistema energético.
La red española está dominada por empresas privadas como Iberdrola, lo que ha generado un debate sobre la necesidad de reforzar el control estatal.
En contraste, México emprendió en 2023 una política de recuperación energética.
El gobierno federal adquirió 13 plantas eléctricas de Iberdrola y las transfirió a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Con ello, el Estado mexicano pasó de controlar el 39% al 56% de la generación eléctrica.
Especialistas afirman que este movimiento estratégico permitió evitar posibles apagones, como los vividos en Europa.
El caso español reabre el debate sobre la seguridad energética. México apostó por una política soberana.
¿Quién tomó la mejor decisión?